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El gas que ahoga a Girardot: Crónica de una crisis tarifaria
A finales de 2024, los habitantes de Girardot comenzaron a notar algo extraño en sus recibos de gas: un aumento inesperado y, según muchos, completamente injustificado. En un municipio que no figura entre las ciudades autorizadas para un ajuste tarifario, la empresa Alcanos aplicó incrementos que han desatado una tormenta de quejas y reclamos. Este reportaje combina crónica, análisis y testimonios para desentrañar los detalles de un problema que afecta a toda la comunidad.
En diciembre, mientras las festividades se apoderaban de Girardot, Alcanos encendía otra llama: la de la indignación colectiva. Según Álvaro Ortiz, comerciante y residente de la ciudad, fue en ese mes que los incrementos comenzaron a aparecer, ya que el aumento formal debía empezar en enero, pero Alcanos no esperó, lo cual generó un golpe duro y económico en los comerciantes.
Según el gobierno nacional, el ajuste aprobado para las tarifas de gas natural debía ser del 36%, derivado de costos adicionales por importación y transporte. Sin embargo, las cifras en Girardot cuentan otra historia. Alcanos habría incrementado las tarifas en más del 51%, superando en un 15% el porcentaje estipulado. Además, Girardot no forma parte de las ciudades consideradas en el ajuste nacional, lo que intensifica las sospechas de irregularidades.
Entrevistas con líderes comunitarios y veedores ciudadanos revelan una comunidad organizada y cansada de abusos. "Llevamos cinco meses documentando cada factura, cada queja, y no tenemos respuestas claras", comentó María, una de las pertenecientes de la población afectada, quien no quiso salir en cámara al temer represalias. Para muchos comerciantes, el impacto es directo: los costos adicionales de gas se han trasladado a los precios de los alimentos, lo que afecta tanto a vendedores como a compradores.
El caso de Girardot no es aislado. Mientras ciudades como Bogotá, Medellín y Bucaramanga registraron incrementos del 36%, la falta de control en las tarifas de Girardot plantea interrogantes sobre la supervisión estatal y las prácticas de Alcanos. La Personería Municipal, en conjunto con líderes comunitarios, busca respuestas y soluciones, aunque su trabajo ha sido criticado por los pocos logros que ha obtenido.
Más allá de las cifras y los procedimientos, este caso refleja una desconexión entre las políticas empresariales y la realidad de las comunidades. El silencio de Alcanos frente a las denuncias no solo afecta la confianza, sino que genera una sensación de impotencia entre los afectados. Es hora de que las instituciones intervengan para garantizar el respeto a los derechos de los usuarios, algo que no se denota en Girardot.
La historia del gas en Girardot no solo es un relato de números y tarifas; es una muestra del poder de la comunidad para documentar, denunciar y exigir respuestas. Mientras el problema sigue sin resolverse, las voces de Girardot se alzan, exigiendo no solo justicia, sino también un cambio que brinde tranquilidad a sus hogares y negocios.
Entrevista: https://www.youtube.com/watch?v=_PDNDpI4jUY&t=1s